Esta buena práctica consiste en firmar convenios institucionales para la correcta disposición final de los residuos. Actualmente en el Perú existen ONG’s que recojen algunos tipos de residuos con la finalidad de ayudar a otras comunidades a través de la actividad del reciclaje.
Mediante esta buena práctica ambiental se realizarán actividades de sensibilización y charlas de capacitación a los colaboradores para que aprendan a botar y segregar adecuadamente sus residuos. Los colaboradores juegan un papel importante en la correcta gestión de los residuos, si ellos no se encuentran motivados y capacitados para botar correctamente sus residuos el plan de manejo de residuos sólidos no tendrá éxito.
La presente buena práctica ambiental consiste en un programa de segregación de residuos sólidos en la fuente, ubicando de manera apropiada y fuera de las áreas de tránsito pero en espacios visibles los tachos de reciclaje de acuerdo al código de colores.
La presente buena práctica ambiental consiste en realizar un estudio que permita identificar las principales características (componentes, propiedades y producciones) de los residuos sólidos generados dentro de las instalaciones de la empresa para poder definir, planificar y/o implementar mejoras y acciones del sistema gestión de residuos sólidos interno.
La presente buena práctica ambiental consiste en la instalación de dispositivos que permitan ahorra el consumo de agua en los sanitarios. Éstos permiten ahorrar hasta 60% del agua consumida.
En esta buena práctica ambiental consiste en utilizar métodos alternativos para regular la temperatura, en lugar del aire acondicionado, en el área de trabajo de la PYME y reducir el consumo de energía eléctrica.
Esta buena práctica ambiental optimiza el consumo de agua en las actividades de limpieza, utilizando ciertas consideración que permitirán el que consumo de este recurso sea más eficiente.
Esta buena práctica ambiental consiste en realizar inspecciones rutinarias de los sistemas internos de suministro eléctrico, con el fin de conservar su buen estado, evitar pérdidas de energía e incidentes con los colaboradores.
Esta buena práctica ambiental consiste en realizar inspecciones rutinarias de los elementos que componen las instalaciones de aire acondicionado y calefacción, con la finalidad de identificar alguna falla que genere un mayor uso de energía.
Esta buena práctica ambiental consiste en realizar inspecciones rutinarias de tuberías, equipos y dispositivos, que permitirá conservar el buen estado del sistema de suministro agua y evitará incidentes asociados a fugas inesperadas.